- El ex candidato presidencial del pacto Juntos Podemos Más, visitó la zona y comprobó in situ las dramáticas degradaciones medioambientales, que -en su opinión- tienen como responsables tanto al Gobierno, como a las grandes empresas.
Por Carlos Ruminott
El pasado sábado tuve la suerte de ver por las pantallas de Canal Regional, el programa El Tablón, especie de foro de discusión política al estilo del imborrable A esta hora se improvisa. Por lo demás, no me dedique a ver ese espacio por su panel -de personajes criollos que harto dejan que desear-, sino más bien por el interesante invitado que los visitó, el ex candidato presidencial del Juntos Podemos Más, Tomás Hirsch.
Más allá de mi posición política y de quienes lean este artículo, no me cambié de canal porque considero que el señor Hirsch es una de las figuras políticas y sociales más relevantes del país, producto de que representa a un interesante grupo de partidos políticos, como el antiquísimo PC chileno y su partido, el Humanista, añadiendo también a organizaciones sociales, que varían desde grupos ecologistas hasta movimientos de representación homosexual.
Hirsch en la zona, obviamente realizó un trabajo político, de cara a los próximos comicios municipales donde el Podemos aspira a ampliar su número de concejales -que llegan a más de cien- y también a la obtención de alcaldías en aquéllas comunas populares, que históricamente habían correspondido a la izquierda dura, pero que han sido arrebatadas en el último tiempo por la derecha.
Sin embargo, una de las actividades más destacadas fue su visita al puerto de San Vicente, para ver en terreno el lugar de la tragedia ecológica. Precisamente, sobre este punto en el mencionado programa El Tablón, Hirsch lanzó sus dardos contra las grandes empresas y muy especialmente contra la política pasiva del gobierno. De hecho, para el líder humanista “la región del Bio Bío es un reflejo consumado de la desatención de las autoridades hacia sus recursos naturales, para privilegiar la chequera del más grande”, recalcó.
Ciertamente, esta afirmación es muy sensata y alude de forma directa a la incapacidad de instituciones como la Corema o el recién creado Ministerio del Medio Ambiente, los cuales reflejan la política de lavarse las manos, antes, durante y después de sucesos como el de San Vicente, del río Mataquito o el de Valdivia, por mencionar algunos solamente.
En fin, los dichos de Hirsch son rescatables de alguien que representa a un interesante sector político, pero más que eso, de alguien que representa una real alternativa de cambio, justamente cuando el nivel de adhesión, tanto al gobierno como a la Alianza están a la baja. Quién sabe si la próxima vez que Hirsch venga a la zona, será como candidato presidencial nuevamente, pero de algo que no me arrepiento es haber observado como un vilipendiado “santiaguino” les dio cátedra a nuestros inoperantes regionalistas, sobre un hecho probado que se niegan ver.
Fotos: Terra,cl y PeriodismoUChile.cl
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