- Malestar colectivo entre los alumnos de la Universidad Católica de la Santísima Concepción por la falta de techo de esa estrucura, mientras tanto las autoridades se hacen las desentendidas.
La pasarela que conecta la calle Paicaví con la Universidad Católica de la Santísima Concepción ha traído más de una vez algún molestar en la ciudadanía, espacialmente en el mudo universitario que generalmente deambula por ahí. Y esto debido a que dicha estructura carece de techo para proteger de la lluvia, además no reúne todas las condiciones de seguridad que por jurisdicción debería poseer.
Una encuesta realizada por El Telón reveló el malestar que produce esta situación entre los estudiantes. La mayor responsabilidad recae en las autoridades de esta casa de estudios.
El 99 % de los estudiantes señaló estar en desacuerdo con la condición que presenta la pasarela. Sólo el 1 % mencionó que el techarla sería gatillar la posibilidad de robos y asaltos.
Francisca Bizama, estudiante de Pedagogía en Inglés, manifestó su malestar ante este escenario, argumentando que la universidad debe gastar fondos para mejorar esa condición, ya que es una medida importante para el alumnado. Además, mencionó la incomodidad que deben atravesar cuando llueve en la capital del Bío-Bío. “Es incomodo llegar a clases todos mojados, por esto se debería gastar dinero en techarla que es una medida súper importante”, sentenció.
“La U debe ponerse la mano en el bolsillo y generar seguridad para los universitarios”, señaló Raúl Toledo, estudiante de Periodismo, quien agregó que la culpa recae en las autoridades. A su parecer su accionar es negligente a la seguridad de todos quienes pasan por ahí.
En menor medida para algunos la posibilidad de techar la pasarela sería un gatillo para que aumente la inseguridad y se genere la posibilidad de que aumenten los asaltos. Así lo planteo Camila Ugarte. “Si se coloca techo, creo que acrecentarían los robos, cosa que ya ha pasado antes”.
La totalidad de los encuestados coincidieron eso sí a la hora de buscar responsables. La acusación va dirigida a quienes llevan los hilos de la UC. El mayor argumento recae en la irresponsabilidad presentada de éstos y la nula intención de solucionar este problema.
Por esto revela como -una vez más- los intereses de las autoridades de una universidad radican en un ámbito netamente económico y está muy alejado de la intención de brindarles las mayores comodidades a sus alumnos.
sir Osvaldo Mancilla y Ávila